Una comunicación efectiva actúa como la columna vertebral de cualquier interacción humana y estructura social. Escuchar activamente es tan vital como expresarse para construir conexiones que transforman.
Una comunicación clara y oportuna permite la coordinación efectiva, facilita la toma de decisiones y asegura que cada miembro comprenda su rol en el cumplimiento de los objetivos comunes.
Los medios masivos de comunicación han evolucionado significativamente desde sus orígenes con la imprenta en el siglo XV hasta la era digital del siglo XXI. Su capacidad para transmitir información a grandes audiencias les ha conferido un papel fundamental en la sociedad, influyendo de manera determinante en la formación del pensamiento y los comportamientos colectivos. El control y manejo de la información, especialmente con el surgimiento de internet y las redes sociales, ha transformado profundamente la manera en que las personas perciben y comprenden la realidad.