¿Qué es y qué no es la alfabetización académica?

¿De dónde procede el concepto alfabetización académica?

El concepto de alfabetización académica se viene desarrollando en el entorno anglosajón desde hace algo más de una década.

¿Qué significa?

Señala el conjunto de nociones y estrategias necesarias para participar en la cultura discursiva de las disciplinas así como en las actividades de producción y análisis de textos y las prácticas de lenguaje y pensamiento propias del ámbito académico superior. Designa también el proceso por el cual se llega a pertenecer a una comunidad científica y/o profesional,

¿En qué radica la fuerza de este concepto?

La fuerza del concepto de alfabetización académica radica en que pone de manifiesto que los modos de leer y escribir –de buscar, adquirir, elaborar y comunicar conocimiento- no son todos iguales en todos los ámbitos.

¿Sin embargo, normalmente, uno entiende que alfabetizar es aprender a leer y escribir?

Existe la tendencia a considerar que la alfabetización es una habilidad básica y que el aprender a producir e interpretar lenguaje escrito es un asunto concluido al ingresar en la educación superior. Por el contrario: la diversidad de temas, clases de textos, propósitos, destinatarios, reflexiones implicadas y contextos en los que se lee y se escribe plantean siempre a quien se inicia en ellos nuevos desafíos y exigen continuar aprendiendo a leer y a escribir.

¿Cómo han tomado este concepto las personas involucradas en el ámbito de la escritura?

El hecho de que en poco tiempo el vocablo haya comenzado a circular por los trabajos de algunos colegas es un indicador de la potencialidad heurística de la expresión. Sin embargo hay algo que puede preocupar de este fácil acogimiento del rótulo: el riesgo de que sea un nuevo nombre, como tantos otros en el ámbito educativo, que sirva solo para cambiar la fachada de lo que hacemos en clase.

¿Por lo tanto, en síntesis, qué es y qué no es la alfabetización académica?

La alfabetización académica no es una propuesta para remediar la (mala) formación de quienes llegan a la universidad. Por ello, alfabetizar académicamente no significa en estas páginas transmitir un saber elemental, separado del contenido sustantivo de las materias, transferible a cualquier asignatura. Alfabetizar académicamente implica, en cambio que cada una de las cátedras esté dispuesta a abrir las puertas de la cultura de la disciplina que enseña para que de verdad puedan ingresar los estudiantes, que provienen de otras culturas.

¿Cómo es posible concluir, entonces, respecto a este tema?

De acuerdo con lo anterior, no se propone incluir la enseñanza de la lectura y escritura en las materias solo porque los estudiantes lleguen mal formados ni por el interés en contribuir a desarrollar las habilidades discursivas de los universitarios como un fin en sí mismo. Por el contrario, plantea integrar la producción y el análisis de texto en la enseñanza de todas las cátedras porque leer y escribir forman parte del quehacer profesional/académico de los graduados que esperamos formar y porque elaborar y comprender escritos son los medios ineludibles para aprender los contenidos conceptuales de las disciplinas que estos graduados también deben conocer.

 

Escribir, leer y aprender en la universidad. Una introducción a la alfabetización académica. Carlino, P. (2010)